lunes, 24 de agosto de 2015

¡Sopló el “Ciclón Bananero”!
Pues bien, así es. El equipo samario completaba 7 fechas sin ganar, solo había conseguido 4 puntos producto de 4 empates frente a Expreso Rojo, Barranquilla F.C, Leones y Depor (equipo que está de último y terminó jugando con 7 hombres el día que enfrentó al Unión en Ciénaga). Y 3 derrotas, contra Fortaleza, Bucaramanga y el lunes pasado frente al Quindío, en un partido desastroso significando una vergüenza nacional para sus fanáticos. Tan malo fue, que sumado a los resultados anteriores la junta directiva tomó la decisión de sacar al técnico Eduardo Julián Retat; y a su remplazo llegó Carlos Silva Socarrás, viejo conocido de la afición samaria, por haber dirigido al Unión en épocas recientes, siendo la última en 2012. Actualmente estaba como director de las divisiones menores del Unión, y creyendo en este proyecto y apostándoles a los jugadores de la casa, quienes en su mayoría no habían sido tenidos en cuenta por los anteriores técnicos, incluyendo a Retat los directivos consideraron que “Paradita” era la persona indicada para coger el rumbo de este equipo, que si bien es cierto remató la primera parte del torneo en la posición 3, corridas 6 fechas de la fase de vuelta el conjunto samario se ubicaba en la posición 9 del Torneo Águila. Por estas razones era una gran incógnita si podía haber o no un cambio significativo en el juego del equipo “Bananero”; por tal motivo las pocas personas que asistimos el Domingo al estadio fuimos más por el sentimiento que despierta este equipo y no porque los jugadores se lo merecieran, debido a que  en partidos pasados no mostraron pundonor, coraje, sentimiento y comportamiento respetuoso a esta sufrida afición. El equipo mostró unas variantes tanto en sus nombres como en su figura táctica. Jugadores como Brayan Correa, Guillermo Sierra, Carlos Angulo y Enrique Correa fueron inicialistas. El módulo con el que el equipo arrancó fue de 4-1-4-1, esquema diferente al tradicional 4-3-1-2 con el que venía afrontando el torneo. Pero mas allá de los nombres y los números, el cambio mas importante fue en la ACTITUD de los jugadores para disputar el partido. ¿Será que se aplicó el viejo adagio de “Escoba nueva barre bien”? o será ¿Qué los jugadores tenían algo en contra del técnico anterior?  Me parece que el giro que tomó el equipo va más por la segunda teoría, es increíble que en menos de 5 días el onceno azul y rojo modificara su actuación en la cancha de una forma tan contundente, de los 7 partidos anteriores, pude ver 6. (4 en Tv y dos en el estadio). Y siendo sincero, en estos no mostraron ni la mitad de ganas que vi ayer. Ojalá los partidos que vengan se afronten de esta manera y que en Diciembre se dé el tan anhelado ascenso a la máxima categoría del fútbol en Colombia.
                                                   
                                                  ¡Vamos Unión!